La siguiente entrada cuenta la experiencia de una paciente que, habiendo superado sus adicciones en Clínicas CITA, siente que empieza su nueva vida.
Hola a todos.
Me gustaría compartir con vosotros algunas impresiones y sensaciones que he tenido en estas jornadas de veteranos del mes de mayo que acabamos de celebrar.
En primer lugar, dar las gracias a CITA por la manera en la que nos ha recibido, por volcarse con nosotros, por su esfuerzo en la coordinación a pesar de tener que atender a tanta gente, tanto pacientes como ex-pacientes. Yo me he sentido muy a gusto, atendida, y generosamente gratificada. Quiero adelantarme a aquellos que puedan ver en este agradecimiento algún tipo de peloteo o hipocresía por mi parte. Siempre he intentado no confundir lo cortés con lo valiente, y, aunque con CITA pueda haber tenido mis diferencias o me pueda haber dolido alguna que otra política adoptada, no dejo de reconocer y AGRADECER el esfuerzo de sus profesionales, que me han ayudado, es más, me siguen ayudando a sostenerme en mi tratamiento y mi recuperación.
Dicho esto, comentar que ha sido muy interesante compartir este tiempo con otros ex pacientes, algunos mucho más veteranos, otros que han salido recientemente, y conocer y ver cómo todos, a pesar del tiempo y las diferentes circunstancias, seguimos agarrándonos a esas herramientas y esa filosofía de pensamiento que nos va manteniendo. Como dijo Mía, llegar a la abstinencia es relativamente fácil, mantenerse en ella es lo realmente complicado. Y en eso creo que coincidimos todos los que allí estábamos, tanto los que hacía ocho años que habían dejado CITA, como los que hacía apenas unos meses. Fue reparador volver a darse un respiro para el cuerpo y la mente, volver a conectar con uno mismo, parar y reflexionar, verse en un antes y un después, y no olvidar la humildad que es necesaria para salir adelante. A todos con los que he compartido esta jornada: los conocidos (Laia, Carlos Castillo, Nacho, Edu, a quien me ha emocionado volver a ver y recordar mil y un momentos…), los que he tenido el placer de conocer, los terapeutas, Pepi !!!!!, las cocineras (siempre con una sonrisa y el máximo cariño ), gracias por todo! A los que no habéis podido venir, os animo a que no faltéis en las siguientes. Es también una gran terapia empaparse de nuevo de todo aquello que nos ha ayudado a salir adelante. Yo miraba las montañas, los caballos, el patio, mi antigua habitación, el camino del Santo, y pensaba: AQUÍ EMPECÉ EL CAMBIO MÁS IMPORTANTE DE MI VIDA.
Puedes encontrarnos en la página web de Clinicas Cita Para más información sobre CITA aquí Clinicas Cita Esta entrada ha sido publicada originalmente en el blog de Clínica CITA Clinicas Cita
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