Me gustaría compartir la maravillosa experiencia que ha sido mi paso por CITA Clínica con todos aquellos que estéis interesados en curaros de cualquier adicción.
A mis 43 años de edad, y después de 27 años consumiendo drogas, estaba harto de esta vida de esclavitud y autoengaño y decidí ingresar voluntariamente en CITA para superar mi adicción.
La primera pregunta que me vino a la cabeza fue: ¿Qué ocurre dentro de un centro de rehabilitación? ¿En qué consiste el tratamiento?
Yo tenía una idea preconcebida de que el hecho de estar aislados, sin consumir, y realizar una serie de terapias, sería lo que automáticamente serviría para curarme. Lo que no podía imaginar es que aquí se viene a descubrirse a uno mismo, a encontrar las razones del porqué creemos necesitar las drogas y, en definitiva, a sanarnos por dentro. Parece mentira que esta sanación interna, el sentirse de nuevo bien por dentro con tu yo real pueda ser el motor del fin de tus adicciones. Ahora tengo el pleno convencimiento de que esto es así.
Estoy aprendiendo a conocerme. Y, aunque mañana me voy del centro, este proceso que aquí he iniciado no ha acabado para mí. Lo que sí sé es que ahora puedo mirarme sin culpa, que ahora puedo aceptarme como soy y que he de seguir desenmarañando mi interior.
Por todo ello, sólo puedo animaros a que probéis, a que os digáis que se puede cambiar y que aquí uno se siente bien a pesar de las dificultades y los profesionales te ayudan todo lo que tú permites ser ayudado. A todos los miembros del equipo que me ha atendido les quiero dar las gracias. Pero, en especial, quiero dar las gracias a todos los miembros de mi grupo. Quiero que sepáis que ha sido un placer compartir con vosotros mis vergüenzas y escuchar con respeto las vuestras. La palabra cura y vosotros me habéis ayudado a sanar.
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