miércoles, 31 de julio de 2013

Adicción, consuelo y soledad

Un cuento sobre la superación, la adversidad y la ayuda. Temas centrales dentro del difícil círculo de la drogadicción

Hola a todos:
Soy Juanjo (Alguien me llamó ayer “barbour yogui”, no sé quien es). Son las 7.30 h. de la mañana y aún no ha amanecido. La noche no es fría y en el cielo hay muchas estrellas. Mientras espero que Juanito se despierte, me preparo un café y abro el ordenador para escribir.


El caso es que mi amigo Albert nos habló ayer del compromiso y, cuando oigo esa palabra, me dan ganas de salir corriendo, pero salir corriendo. ¿A dónde? Si el compromiso fuera una fiera peluda tendría lógica escapar, pero… ¿cómo escapa uno de un concepto?
- Hola Juanito, buenos días.
- Hola amigo. ¿Qué tal ayer tu curso de profesores?
- Bien, estoy contento. Mucha gente y con ganas de hacer, pero le estoy dando vueltas al tema del compromiso. Albert nos invitó a que hoy, domingo por la mañana, declaremos en público a que nos comprometemos durante los nueve meses del proceso de formación y yo no sé qué me pasa con esto del compromiso que, de sólo de pensar en ello me mareo.
- Comprendo. Y es que pensar marea.
- Ya. Y con el compromiso, ¿por qué me inquieta esa palabra?
- Bueno amigo, lo primero es que “a palabra no es la cosa y, cuando una palabra nos inquieta, hemos de explorar la cosa.
- ¿Qué cosa?
- Veamos. Lo primero es preguntarte: ¿con qué te comprometerías sin dudas ni esa inquietud de la que me hablas? ¿Con que te comprometerías sin dudar ni un instante?
- Buffff, menuda lista te haría: Con mi felicidad, con la paz interior, con la alegría de vivir, etc.
- ¿Y con qué no te comprometerías nunca?
- Ja ja ja. También tengo una lista muy larga: Con la patria, con hacer yoga el resto de mi vida, con un dogma o filosofía, con lo que querré hacer en el futuro, etc.
- Bien. Ahora exploremos la naturaleza de aquello con lo que sí te comprometerías y de aquello con lo que no. Por lo visto, sí te comprometerías con aquello que se siente (felicidad, paz interior, etc,) y no te comprometerías con los “objetos” (patria, dogma, futuro, etc)
- ¿El futuro es un “objeto”?
- Claro… ¿O puedes tú sentir tu futuro?
- Si pienso en él, sí.
- Eso no es sentir, tú mismo lo has dicho “pienso”.
- Entiendo. Quieres decir que puedo comprometerme sin problemas con lo que no es un objeto sino más bien un contenido.
- Eso parece, pero exploremos un poco mas: Si te comprometes con ir mañana a la playa, ¿por qué crees que eso te hará sentir bien? ¿Qué sucede?
- Que, como llueva, tendré un problema.
- En otras palabras, ¡¡¡pierdes tu libertad!!! Pero, ¿y si el compromiso fuera sentirse bien con playa o sin ella? ¿Perderías también esa libertad?
- ¡¡¡Ostras, Pedrín!!! Es verdad. Comprometerme con lo que se siente no me da miedo. Es el compromiso con un objeto lo que me pone esa camisa de fuerza que no me deja respirar.
- Pues ahí tienes tu compromiso: Dejo atrás el compromiso con las cajas (objetos) y acepto el compromiso con los contenidos (lo que se siente) Que es lo mismo que decir: Dejo atrás el tiempo (toda caja opera en el tiempo) y me comprometo con el ahora (siempre que uno siente es ahora)…Amigo mío, recuerda que el valor predominante en tu vida es la libertad.
- Juanito, te quiero mucho. No sabes cuán a menudo me rescatas de la oscuridad. ¿Cómo podemos formular una propuesta de trabajo con este tema?
CONSUELO Y SOLEDAD “COMPRAN MISO”
Consuelo y Soledad eran dos mujeres jóvenes y rebeldes. Cuando ya tenían fijada la fecha de sus bodas y apalabrado el viaje de novios al típico Caribe, ¡¡¡zas, se dieron el piro!!! ¡¡¡Qué tías!!!
Sus familias estaban muy preocupadas. Decían: “¿Y qué hacemos ahora con los vestidos de novia, con el viaje a Cantipicun, con el ático dúplex y sus 60 años de hipoteca? ¡¡¡Qué lío!!!
Soledad y Consuelo eran conscientes de la preocupación de sus familias y también de que a los que iban a ser sus maridos les debían estar saliendo telarañas en el altar. ¡¡¡Egoístas!!!
El papá de Soledad, el Sr. Justo Destino, escribió una dolorosa carta a su hija en la que decía: “Hija mía, a tu madre y a mí nos estás matando a disgustos. No entendemos esa actitud. ¡¡¡Sólo piensas en ti!!!
La mamá de Consuelo,la Sra. DoloresCrónicos, llamó por teléfono a su hija y le dijo: “Haz el favor de atender a tu compromiso, vuelve, cásate y paga tu hipoteca. ¡Haz las cosas como Dios manda!
Pero Soledad y Consuelo no querían el compromiso. Ni la boda, ni el viaje a Tipicun, ni el ático dúplex con su sexagenaria hipoteca ni nada de nada. ¡¡¡Que no queremos compromisos, caray!!!
Las familias de Soledad y Consuelo estaban tan dolidas, los que iban a ser sus maridos tan cabreados, y el banco de las hipotecas tan molesto…¡¡¡Y eso que con la hipoteca regalaban una olla!!!
El caso es que esas chicas se vieron obligadas a irse lejos de sus entornos, a construir una nueva vida en algún lugar nuevo, a recomenzar otra vez. ¡¡¡Cualquier cosa antes que el compromiso!!!
Y se fueron a vivir al Chapazonas, una selva lejana y remota, donde nadie las presionara a hacer lo que no querían; un lugar sin leyes ni formas, muy, muy lejos. ¡¡¡Bastante mas allá de Badalona!!!
Llegaron a un pequeño poblado llamado Nohhay Nippan y se alojaron en la única posada de aquella modesta aldea: la posada Nikamas Nikomes. ¡¡¡Lo que hay que hacer para ser libre!!!
Buscaron trabajo en la única tienda de la aldea, el bazar Komida Nohhay, y pidieron consejo sobre el compromiso al sabio de la comunidad, el Chamán  Nomhe Komunchusco. ¡¡¡Que flaco era!!!
El Chamán les dijo: “El compromiso es lo único que da sentido a una vida”. Soledad y Consuelo lloraron a solas y desconsoladamente. Mientras lloraban y lloraban decían: “¡¡¡Ke hambre tenemos!!!”
El caso es que, como todo el mundo hablaba del compromiso, las chicas comenzaron a sentirse extrañas por rechazarlo. De hecho, se preguntaron: ¿Seremos malas?
Y buscaron cosas con las que comprometerse: El mono autóctono del Chapazonas llamado Nokomiayer; el partido político de la aldea, el KKY (Kierokomerya), etc. ¡¡¡Na de na!!!
También intentaron comprometerse con el cambio climático y la preservación del árbol Chapazónico Nifrutostengo y con el movimiento feminista Sikomiera Kebien. ¡¡¡Nada, no funciona!!!
Tras varios años de darse de bruces con el intento de comprometerse, dijeron: “Por lo visto lo del compromiso no va con nosotras, así que a partir de ahora ¡¡¡que se comprometa su padre!!!
Llegó una terrible hambruna al Chapazonas. Si había poca comida habitualmente, ahora sólo quedaban unos pocos sacos de sopa de miso deshidratada. Y hacerse con ellos era difícil. ¡Qué hambre!
Tanta hambre tenían Soledad y Consuelo, tan cansadas estaban de buscar algo de miso, que al final optaron por desplazarse a otras aldeas buscando el preciado miso. ¡¡¡Hay que comer!!!
Y Soledad y Consuelo viajaron por toda la Chapazonía, muertas de hambre, mientras decían a voz en grito: “Compro miso, compro miso, compro miso” ¡¡¡Y se comprometieron con comer!!!
- Amigo, cuando uno “baja a tierra”, es decir, cuando uno contacta con sus verdaderas necesidades, aparece de una manera natural el compromiso. Dicho de otra manera, comprometerse con algo que no sea una necesidad tuya sino “algo que crees que debieras” es la mejor manera de perderse.

- Gracias Juanito. Entonces podríamos decir que lo primero sería localizar aquellos valores que son absolutamente necesarios en mí para vivir. Y, por el solo hecho de sentir esos valores, aparecerá de un modo natural el compromiso. Uuuuuyyy, qué miedo.



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La adicción y el deseo

Es cierto que determinados rasgos de personalidad aumentan las probabilidades de desarrollar una adicción. Por ejemplo, si un individuo es tímido y vergonzoso de forma angustiosa, y una droga en particular lo hace sentirse más distendido y sociable, es muy probable que quiera usarla una y otra vez, con lo que se pondrá en marcha el proceso adictivo.


Es fácil pensar que el rasgo de personalidad en sí es lo que causa la adicción, pero en realidad el problema es mucho más profundo que eso. El malestar interior que nos hace tan vulnerables a la adicción puede estar originado en nuestro sistema de creencias. Este sistema de creencias que tenemos sobre nosotros mismos, sobre los demás y sobre el mundo en general, determinan en gran medida nuestra conducta.

Lamentablemente, los tipos de creencias que hacen a la persona vulnerable a la adicción están muy difundidos hoy en día. Por ejemplo, si muchas personas en una sociedad creen que la imagen es más importante que ser autentico, entonces la persona que no se ajusta a esa imagen de moda sentirá que no está a la altura de las circunstancias. Esta creencia angustiosa se puede convertir en un trampolín a la adicción.

Otras creencias adictivas generan una mentalidad proclive al arreglo rápido: una obsesión por el poder, el control y la gratificación inmediata. Esta mentalidad induce a optar siempre por el arreglo fácil, rápido y a corto plazo para cualquier problema, aun cuando no sea una buena solución, sino una forma de escape o que genere incluso más problemas en el futuro.

 El sistema de creencias adictivo.


 Las creencias no suelen ser del todo conscientes, es decir, no se las dice uno mismo y en voz alta, sino que pueden verse si se mira con atención, en ciertos detalles de nuestra manera de hacer las cosas.
Yo debería ser perfecto, y la perfección es posible.

En nuestra sociedad y en nosotros,  se encuentra arraigada la creencia de que se puede ser perfecto, o al menos estar muy cerca de serlo. Si de verdad creemos en una idea como esta, inevitablemente fallaremos, ya que no es posible cumplir con un mandato semejante.
Esta búsqueda de perfección: el trabajo perfecto, la imagen perfecta, el cuerpo perfecto, etcétera, fomenta un gasto de energía completamente vano y configura una situación en donde la frustración está en primer plano.

Nos vemos de este modo, impulsados a perseguir la ilusión que producen los ejercicios físicos incontrolados, las compras compulsivas, la adicción al trabajo, el consumo de cocaína.
Perseguimos la ilusión aunque solo dure lo que dura la euforia de la cocaína, o del estreno de una nueva prenda de ropa o el elogio del jefe.

 Yo debería ser todopoderoso.

Las personas vulnerables a las adicciones tienen también cierta idea de poder algo engañosa. Creen, íntimamente, que pueden controlarlo todo, a sí mismos y a los demás.
Esta ansia de control precipita a las personas al consumo, ya que la mayoría de las nuevas drogas generan una sensación muy marcada de control y poder.

De alguna manera, el consumo funciona en este caso para poder sostener esa ilusión de control, y de algún modo, cancelar la ansiedad o angustia que produce la sensación de pérdida de control sobre las cosas. Teniendo en cuenta que los adictos, efectivamente, han perdido el control de gran parte de su vida, la necesidad de consumo se multiplica de modo exponencial.
Esta es la paradoja de las drogas que tienen esta función, fomentan una ilusión de control cada vez mayor, mientras por el otro lado, lo que realmente producen es una caída de las posibilidades de una persona de influir sobre el destino de su vida.

 Yo siempre debería conseguir lo que quiero.

Como los niños, los adictos aborrecen los límites.

Se pierden de vista completamente las consecuencias que puede traer el consumo, se deja de pensar en el futuro y solo se ve el placer que se puede obtener aquí y ahora.

Una práctica como esta, debe estar basada en la falsa creencia de que no hay límite al goce de los objetos o las sustancias.

De forma paradójica, es nuestro rechazo a los límites lo que nos empuja a una vida de búsqueda permanente de gratificaciones. No hay descanso, siempre se necesita tener un poco más, conseguir más, ser más.

En un mundo sin límites, nunca puede haber “bastante”. La creencia en lo ilimitado promueve la adicción.

 La vida debería estar libre de dolor y no requerir ningún esfuerzo.

Esta creencia se encuentra en el núcleo del modo de pensar adictivo. Sin se insiste en evitar todo dolor emocional, en sentirse bien todo el tiempo, tendremos que buscar modos de evitar la realidad, de escapar de nuestro estado de ánimo.

 Tiene cierta ironía el consumo, ya que a través de intentar resistirse a sentir dolor es cuanto más se sufre. Porque ¿no es acaso la adicción un modo de resistirse a sentir dolor y que sin embargo genera mucho más sufrimiento del que podrían haber causado los dolores originales?

Negarse a afrontar el dolor tiene como consecuencia una pérdida de libertad. Cada vez que surgen sentimientos penosos, buscamos automáticamente evitarlos, tomando un trago, comprando cosas, etcétera.

 Yo no soy bastante.

Probablemente, ninguna otra creencia es más dolorosa y eficaz que esta para promover una adicción. Conduce a un absoluto rechazo de sí mismo y a una dura conclusión, no valgo nada y por lo tanto, no merezco ser querido.

Esto no se lo dice el adicto de manera explícita, sin embargo se deja leer en diferentes dichos y conductas. Por ejemplo, no sirvo para nada, soy malo, egoísta, tonto, etc.

Estas creencias producen una profunda inseguridad que lo llevan a intentar, por cualquier medio, compensar esa falta. Es frecuente encontrar casos de inhibición social por inseguridad, que cuando se combinan con consumo de alcohol genera una exagerada socialización, produciendo finalmente el rechazo.

 Estos son algunos de los sistemas de creencias que están en la base la personalidad adictiva. En la segunda parte de este taller, veremos de qué se trata la personalidad adictiva en sí.


[1] Taller basado en el capitulo 5 del libro Querer no es poder, de Washton y Boundy. Ed. Paidós. Madrid 2011.

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lunes, 29 de julio de 2013

Alejarse de las drogas

Me llamo Miguel y soy heroinómano… no practicante. Ya llevo veinte años sin tomar drogas y lo he conseguido gracias a mi decisión de no hacerlo. Que lo haya conseguido se lo debo también a las herramientas y a la ayuda que recibí en CITA. Sin embargo, hay más, mucho más. No tomar drogas está bien, pero lo que me enseñaron en CITA ha resultado ser transcendental en mi vida. Cuando estaba allí, no era capaz de verlo, pero, con los años he comprendido que mi vida ha sido intensa, plena y feliz gracias a lo que allí pude aprender.

Los profesionales de la clínica son gente muy lista. Ellos sabían que la única manera de sacarme de las drogas era arreglar aquello que me conducía a ellas. De modo que arreglaron mi interior, me arreglaron la vida. Y éste es un regalo que hoy quiero devolver.
Permitidme pues que os cuente mi experiencia.
A los diecisiete años probé los porros y me parecieron la solución. Solución a mi malestar, solución a mi desasosiego, solución al problema de relación con los demás. El precio que pagué fue tirar mi vida por el retrete. Pasé a estudiar lo justo para evitar que me echaran del colegio. Y así pasé varios años hasta que probé la heroína. Por aprensión, nunca llegué a inyectármela, pero en la heroína encontré refugio, placer y bienestar. Y en la euforia de aquel descubrimiento, se la di a probar a mi hermano Pablo, quien, como yo, se enganchó inmediatamente y por los mismos motivos: una infancia de malos tratos, unos padres ausentes y la facilidad de obtener dinero en casa.
La muerte de mi padre me hizo daño, pero muy poco de aquel dolor pudo aflorar por la anestesia que me procuraban las drogas. Por supuesto, el dolor estaba ahí y saldría en cuanto pudiera volver a recuperar mis sentimientos.
En septiembre de 1989, después de 5 años de consumir drogas y habiendo ya tocado fondo, fuimos a conocer CITA. Yo ingresé aquel mismo día y mi hermano ingresaría poco después. Después de un mes de tratamiento, pedí irme voluntariamente. Echaba de menos colocarme y aún me quedaban algunos barcos por quemar. En febrero del 90, ya había quemado todas las naves y no quedaba otro camino que reingresar, de modo que volví a CITA. Pero volví a meter la pata y me salté algunas normas. Me sancionaron durante un mes y me dijeron que, o me ponía las pilas o me tendrían que echar. Fue en ese momento, no antes ni después, sino justo entonces, cuando tomé la DECISIÓN. Sí, decisión con mayúsculas, pues comprendí que me encontraba ante una bifurcación de caminos. Por un lado, mi vida ya estaba en el retrete, tan sólo había que tirar de la cadena, seguir con la actitud yonki y vivir en la calle o en la cárcel o encontrar la muerte. Del otro lado, había una vida. Y ese fue el camino que escogí. Así de simple, decidí no tomar más heroína, pero también decidí aprovechar el tratamiento, pues ese era el camino.
El camino era una mierda, duro como no os podéis hacer una idea. La base de la estancia en CITA es ponerse en juego, o sea, ser transparente, hacer y decir lo que se siente y se piensa. A cambio de esa apertura, hay dolor, mucho dolor. El dolor de ver tus mierdas, el dolor de enfrentarte a tus miedos, paranoias y tonterías. Luego, las terapias, incluidas las terapias de grupo, donde la ayuda de los compañeros es darte caña en tus errores. La letra con sangre entra, ¿no? Yo en eso fui un privilegiado, ya que contaba con mucha gente para darme caña, mucha, mucha. Estaban aquellos a los que les caía mal por los pasotes que me di al principio. También estaban los amigos de mi hermano que, veteranos ya, tuvieron el buen gesto de ayudarme… dando caña, claro.
Bueno, no quiero hablar mucho de mi tratamiento sino de lo que vino después. Tan sólo señalar que tuve un tratamiento intensivo y muy aprovechado por mi parte. Eso es lo importante. Siempre he considerado que, en mi vida, lo único que terminé, lo único que hice bien, fue mi tratamiento. Para mí, pues, es un orgullo decir que soy heroinómano, pues me resulta sinónimo de triunfador, de combatiente, de victorioso.
Sin embargo es mucho más. Además de la batalla ganada, he pasado por CITA. He pasado por más de diez horas de terapia diaria durante 15 meses. ¿Os lo podéis imaginar? ¡¡Es un lujo!! Es un lujo tener terapia. Todo el mundo la necesita, pocos la tienen, menos aún se paran a mirar en su interior. Vivimos en un mundo acelerado, se vive deprisa y a nadie le gusta sufrir, de modo que las inseguridades, los problemas de personalidad y de relación, quedan enterrados en el día a día.
Es por eso que yo me siento afortunado. Veo que, al conocerme a mí mismo, tengo absoluta facilidad para relacionarme con los demás. Así pues, disfruto con la gente y la gente disfruta conmigo. Estoy tranquilo y sin complejos, me siento feliz de tener sentimientos y sensaciones, puedo mirar en mi interior y disfrutar de lo bueno y de lo malo, sabiendo que soy yo. No hay nada mejor que esto.
Gracias a ese conocimiento, he podido llevar una vida coherente conmigo mismo. No ha sido fácil y he tenido fracasos. He pasado por dos matrimonios y seis empresas, además de cuatro o cinco trabajos por cuenta ajena. Conozco mis debilidades y mis fortalezas. Sé dónde tengo talento y sé cuándo busco refugio. Esto es muy importante, porque no he dejado de ser heroinómano, es decir, de intentar refugiarme frente a la vida.
Y como refugio me han servido el alcohol, los porros, las mujeres, la tele, los videojuegos, un libro, que sé yo. El caso es que no puedo engañarme a mí mismo porque nada de eso me llena. Tan sólo es perder el tiempo, posponer el enfrentarse a la realidad y, la verdad, con los años ya no admito perder tiempo. Vencer nuestros miedos es lo que te hace avanzar y crecer. Reconocer tus sentimientos, estar bien con uno mismo, vivir de acuerdo a como uno es, eso es la libertad.
Aún tengo más cosas que decir. Tienen que ver con la muerte y con el tratamiento. He visto la muerte y la he visto de cerca. Y yo quiero vivir. ¿Y vosotros? ¿Queréis morir? No, ¿verdad? Seguro que queréis disfrutar del amor, de las risas, de la admiración de los demás y de tantas otras cosas, aunque sin olvidar que el desamor, el sufrimiento o el llanto también forman parte de la vida. Todos vosotros habéis elegido vivir y os espera una vida guapísima, seguro. No perdáis esta perspectiva. Por mucho que ahora os sintáis mal, es pasajero.

Ese es mi mensaje: la vida es bella aunque duela. Lo que no te mata te hace más fuerte. El tratamiento os permite dejar la droga, pero también os da alas y muy poca gente las tiene. Por favor, tomadlo en serio, arriesgaos, no temáis al dolor y no os refugiéis. Afrontar las cosas os hace mejores, aunque, por supuesto, las ganas de refugiarse no os abandonarán el resto de vuestra vida. Somos heroinómanos, ¿vale? Y a mucha honra.

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Publicado originalmente en http://www.clinicascita.com/blog/index.php/la-unica-manera-de-dejar-las-drogas-era-arreglar-aquello-que-me-conducia-a-ellas/

miércoles, 10 de julio de 2013

Clínica CITA Fundación sopla la primera vela




Hace un año, las clínicas CITA inauguraron un nuevo centro residencial para la desintoxicación y la deshabituación: CITA Fundación.

Este es el tercer equipamiento que las clínicas CITA tienen en Dosrius, Barcelona. El primero fue la Comunidad Terapéutica Profesional, que recientemente ha cumplido 30 años al servicio de la investigación y el tratamiento de las adicciones. Hace seis años, se hacía evidente que algunas personas que solicitaban tratamiento para su dependencia no se sentían cómodas, por sus específicas necesidades familiares o profesionales, en un modelo de comunidad muy normativo y con un tipo de pacientes con unas exigencias asistenciales conductuales. Estas circunstancias permitieron el nacimiento de CITA Clínica, ideal para ejecutivos, empresarios y profesionales liberales que demandaban un ingreso más corto, más personalizado y más flexible, con especial atención a sus circunstancias particulares. Este modelo ha sido un éxito. Dispone de 12 plazas y, desde su apertura, mantiene casi todo el año un 100% de ocupación.


Sin embargo, existía aún un segmento de pacientes que, por sus limitaciones económicas, no podía beneficiarse de un tratamiento de desintoxicación y deshabituación en nuestras clínicas, y su única alternativa era recurrir a la red pública de atención psiquiátrica. Para paliar esta situación, CITA creó hace un año CITA Fundación y obtuvo, gracias al concurso de una entidad privada sin animo de lucro, que sus 10 plazas fueran parcialmente subvencionadas. En estos momentos, CITA Fundación también cumple un 90 % de ocupación. Sus pacientes tienen acceso, además de a terapias individuales y de grupo, a distintos talleres para la prevención específica e inespecífica, a la Psicoterapia Asistida por Equinos y a las instalaciones deportivas de CITA Comunidad.


Felicidades pues al nuevo centro, al equipo de profesionales que lo gestiona y a los numerosos pacientes que han podido ser atendidos en sus instalaciones sin que el coste que supone un tratamiento integral de las drogodependencias sea un obstáculo.



Clinica Cita


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Clinica Cita: El caballo que susurraba a los pacientes (Testimonios de Psicoterapia Asistida por Equinos)


En las clínicas CITA para el tratamiento de las adicciones, la Psicoterapia Asistida por Equinos es una de las terapias fundamentales para el tratamiento de las adicciones a sustancias y las adicciones comportamentales.
Algunos testimonios de los pacientes:
“Recomiendo la Psicoterapia asistida por Equinos como un método distinto y poderoso de conocimiento”
“La PAE refleja la vida. Ha sido un taller que me ha ayudado a entenderme mejor y a entender mejor a los demás. Se sacan conclusiones increíbles”
“En CITA he descubierto que el caballo puede comportarse como el espejo de mis emociones. Me ha resultado de gran ayuda en el proceso terapéutico”
“He aprendido a estar en paz con los caballos, a trabajar en equipo y a lograr un objetivo: ser paciente conmigo mismo y con los demás”
“En esta terapia, uno aprende a conocerse mejor y a superar los problemas. El caballo refleja la personalidad y el estado de ánimo de cada uno”
“En la terapia con caballos encontré paz, conocimiento, comunicación, equilibrio y energía para salir adelante”


Clinica Cita

Clinica Cita: Los órganos del cuerpo y su relación con las emociones


En la clínica CITA para el tratamiento de las adicciones, el Taller de Gestión de Emociones es una de las terapias complementarias fundamentales en los procesos de desintoxicación y deshabituación.
El Hígado:
Está a cargo de descomponer y de almacenar y reconstruir la materia. Si la vida de una persona se desmorona, y no puede llevar a cabo la tarea de reconstruir, entonces uno almacena sensaciones de hallarse sobrecargado, sobre-exigido, lo cual puede crear bronca, odio y resentimiento. Mucha gente de hecho están sobrecargadas por las circunstancias de sus vidas, pero el umbral difiere ampliamente y por supuesto muchas personas tienen distintas neurosis cuando se sienten sobrecargadas.
Los Pulmones:
Tienen dos funciones: inspiran la vida y expresan ideas a través del habla. Si tiene problemas con los pulmones, la expresión de uno está siendo sofocada, no se pueden expresar libremente, en algún área de su vida.
Cuando una palabra subyuga a un niño, el niño puede convertirse ya sea en una persona muy ruidosa y que siempre presiona a los demás para que justamente lo escuchen, lo cual es una sobre-estimulación de los pulmones, o nos rendimos, porque nos hallamos oprimidos y cerramos nuestra comunicación, y entonces tenemos los pulmones débiles.
Generalmente si ustedes tienen problemas con los pulmones, es porque tienen que hacerse oír, y aprender nuevas formas de comunicación. Y con respecto a sentirse oprimidos, recuerden que hay cierta gente que se siente oprimida en un segundo, uno se les acerca y ya se sienten oprimidos, eso es lo que quiero significar. Ellos están tan llenos sin poder desagotar, por eso toda la reducción del stress es una ayuda tan grande.
La meditación reduce al stress y si aprenden a hacerlo adecuadamente es muy útil, pero si lo hacen solamente un rato corto esto no consigue el efecto deseado.
El Estómago:
Se encarga de la asimilación de las experiencias, y si las personas se sienten muy sobrecargadas por que es demasiado lo que les pasa,y no pueden asimilar las cosas adecuadamente, entonces el estómago empieza a dar señales de ma funcionamiento y el resultado de una preocupación crea una rajadura entre la mente y las emociones.
Recuerden nuevamente que si sienten que es demasiado lo que pasa,aquellas personas que tienen muchos problemas simultáneos, cuando todo está sucediendo demasiado rapido y todo el tiempo, siendo ellos mismos los que están creando todo eso, ya que son patrones de conducta, entonces hay que preocuparse y cuidar el estomago
El Páncreas:
Tiene que ver con el azúcar y con la dulzura de la vida, pudiendo el mismo ser dañado por la amargura, en especial aquella spersonas colericas o muy amargadas,actualmente hay mucha gente sufriendo este problema.
Los Riñones:
Involucran emociones y son el canal procesador de agua más importante, ya que es ahí donde se almacena los temores resultantes de traumas, los cuales dañan a la vitalidad de la persona, bloquea su motivación y su entusiasmo. Cuando el temor se almacena en los riñones, el individuo se hallará incapacitado de manejar situaciones emocionales futuras.
El Bazo:
Retiene los fracasos, los deseos de muerte, apatía, y si una persona enfrenta más dificultades de las que puede soportar, uno se puede dar por vencido, uno puede creer que realmente fracasó, y pierde su voluntad para vivir, y su deseo de vivir. Se presentan problemas de circulación y digestión, pereza, porque los sentimientos se mueren, y uno tiene a intelectualizar todo, y uno siente este tipo de apatía y tiernamente lo soportamos, y como que la alimentamos. Es un problema del bazo.
Las Gónadas:
Ellos almacenan lo inconsciente, cuando uno abandona su habilidad de manejarse uno mismo, en otras palabras : pierde el autodominio y cae en las garras de las drogas o alcohol, produciendose lastimaduras y accidentes, cuando uno pierde su propio empoderamiento, dando lugar a que energías externas puedan posesionarse de nosotros y poseernos.
Corazón:
Tiene que ver con el amor, con lo nsentimientos, asi el daño ocasionado al corazón siempre es por la pérdida de alguna emocion o persona, cuando se resquebraja la confianza, eso nos conduce al temor,y también a la posesividad, a los celos, egoísmo, todo eso es negativo para el corazon y entonces este empieza a dar señales de alarma que debemos atender de inmediato.
La Vesícula Biliar:
Es el precursor a los problemas cardíacos, y si resulta dañado por el temor a la pérdida, y todas las tensiones resultantes de una falta de confianza en la vida empieza a presentar mal funcionamiento.
Tiene que ver con la ansiedad con respecto al futuro y acá hay que mirar el tema de la concepción, si los padres no fueron positivos cuando ustedes fueron concebidos, si el alma pasó por un momento de trauma y no fueron bienvenidos a la nueva encarnación y hay una gran desilusión del alma acerca de la forma en la que los padres se ocuparián del niño, entones hay problemas en la vesícula biliar.
Los Pechos:
Representan el aspecto nutriente de lo femenino, como así también a la sexualidad y almacenan los sentimientos de la mujer con respecto a su sexualidad y de cómo los hombres la ven.
De forma que si hay un trauma sexual, represión, resentimientos negativosrespecto a las expectativas de su rol, entonces pueden surgir lesiones en el mismo.
Las Piernas:
Nos llevan hacia delante, nos sostienen, los problemas se presentan cuando la persona no ha tenido el coraje de dar un paso nuevo. Muchas veces es porque aquellas personas no han tenido el apoyo que él o ella creyó necesitar, y entonces comienza a tener problemas con sus piernas.
Las Manos:
Corresponden al dar y recibir, y el problema se desarrolla cuando una persona no se siente igual a otras o tiene sentimientos de inferioiridad, y no pueden encontrar el balance justo entre el dar y el recibir. Eso tiene que ver con si usa su fuerza de voluntad o la relega en otras personas de su entorno.
Este desequilibrio se produce por un ego superdesarrollado o una falta de autoestima. Puede manifestarse en forma de artrosis, artriris, descalcificacion etc.
El Cuello:
Es la parte flexible de la columna dorsal, es el balance de su voluntad con flexibilidad. Un cuello duro es una actitud rígida, la tensión se siente en el cuello cuando la propia rigidez le hace mantener a uno conceptos rígidos y esos son desafiados. Entonces se empiezan a manifestar dolencias a nivel cervical, como dolores tensionales, pico de loro, discos deviados etc.
El Pelo:
Es gobernado por el hígado de modo que la pérdida de cabello se produce por aferrarse rígidamente a la bronca o enojo. Cuando alguien impone su voluntad sobre otros para probar simplemente su punto de vista, uno sigue trayendo a la vista resentimientos pasados, o sea recordándolos. Y son cabezaduras. Pueden tener problemas con la caida de pelo.
Las Caderas:
Son los puntos de equilibrio, son energía creativa asociada con la crianza de los niños. Es nuestra habilidad de pararnos y valernos por nosotros mismos, y la flexibilidad en las caderas, está relacionada con su sentimiento de libertad personal, y acá miramos a los adolescentes, en los cuales se producen temas acerca de su primer sentimiento de separación de los padres, de las expectativas, de su identidad sexual.
Si los adolescentes, no encuentra su propio camino, bajo las pautas de sus padres, definiendose segun sus propias emociones, vocacion y sentimientos entonces las caderas no se desarrollan adecuadamente. Igualmente cuando un adulto es dominado por otras personas o persona, tal vez por el mismo sisitema de vida , trabajo o grupo social. En unn apalabra: una persona reprimida. De modo que el deterioro de las caderas realmente surge de una culpabilidad,asi que si sentimos culpa y resentimiento, porque hemos permitido que otros tomen decisiones por nuestra cuenta, y no hemos expresado nuestro poder, presentaremos deterioro en las caderas.
Las Tiroides:
Es donde almacenamos enojo, es el deseo de poder, de actitudes rígidas, cuando las tiroides no funcionan bien. Hay una calcificación anormal en los huesos, y que puede también desarrollar una artritis y de vuelta el cuerpo rígido proviene de una mente rígida.
El Timo:
Almacena temor y gobierna nuestro sistema inmunológico de forma que el miedo hace que una persona retroceda y se achique y se puede perder la integridad en una situación, y cuando esto sucede el cuerpo permite la entrada de virus.
Cuando uno tiene un virus, hay que mirar por dónde surgió el temor en su vida, dónde uno se achicó frente a una situación, tiene que volver a esa situación e imaginarla en forma diferente y cambiarla y ello ayuda a combatir el virus.
Las Glándulas Suprarrenales:
Almacenan pena y nos lleva al complejo de víctimas, ¿peleo o me escapo? Siempre creen que hay algo ahí afuera que se va a apoderar de ellos, y los está persiguiendo.
Cuando no están dispuestos a soportar amorosamente una experiencia emocional dolorosa, esa persona reacciona como si el mundo fuera responsable por su experiencia dolorosa, y se olvida de que cada persona es responsable de su propia creación, de su vida.
La Glándula Pituitaria:
Almacena pena reprimida, porque al experimentar pena o dolor, puede ser una puerta o un portón hacia una conciencia superior, después de que los juzgamientos de las glándulas inferiores son transmutadas.
Soportando amorosamente el dolor, justamente esto permite que nosotros experimentemos la dualidad y reconciliar, y esto justo libera toda la parte del juzgamiento y ayuda a la glándula pituitaria.
La dualidad representa lo correcto e incorrecto, lo bueno y lo malo, lo positivo o lo negativo, a todo nivel.
La Glándula Pineal:
Necesita luz natural, de día, necesita entusiasmo y si no hay suficiente entusiasmo en su vida, la glándula pineal no funciona adecuadamente, así que tienen que salir a la naturaleza, porque la naturaleza a fin de hallar algo de luz natural, y eso realmente va a ayudar.
La Columna Vertebral:
La columna vertebral representa su voluntad, la fuerza de voluntad, es como que cuando uno no mantiene su propia visión, al enfrentarse con la presión que viene de afuera, uno puede llegar a tener ESCOLIOSIS, la distorsión de la columna, la que se tuerce porque su fuerza de voluntad se doblega.
Cuando uno utiliza la columna vertebral para hacer trabajo espiritual, nuestra fuerza de voluntad está alineada con la voluntad divina, y algunas personas lo llaman co-creación, pero realmente se trata de la columna vertebral que se abre a la Kundalini, lo cual es simplemente la parte femenina que se halla en la columna y a medida que nosotros nos damos cuenta de ello, ella también se va dando cuenta.
Los Órganos Sexuales:
Son reproducción, esto por supuesto es su habilidad de expresarse sexualmente. Puede haber una inhabilidad de recibir la parte femenina si los padres desearon un chico del sexo opuesto, puede ser que uno se enfrenta a la propia moralidad y está realizando un auto-castigo.
La Espalda:
Es lo que uno deja detrás suyo, lo que se quiere olvidar, lo que está en el fondo de nuestra mente, la parte baja de la espalda es el apoyo, y el dolor en esta parte es cuando una persona resiente al no tener el apoyo que él o ella cree que necesita, a fin de lograr algo.
La Vejiga:
Libera agua, es la expresión de manifestar exteriormente su emoción. Si la vejiga es débil, la persona siente dificultades en expresar sus sentimientos.
EL Intestino Delgado:
Es la etapa final de la digestión, es el comienzo de la absorción, provee la base para la construcción y el crecimiento, construye su personalidad, su carácter, su fuerza de voluntad, su confianza, pero más importante que todo es que refleja los estados más importantes de nuestra vida.
De modo que puede que realmente no funcionemos cuando una persona sufrió una gran vergüenza. Esa vergüenza sufrida en la primera infancia. Son muy conscientes, muy cercanas las personas, piensan que no se están acordando o pensando en ello, pero se acuerdan del colegio, la primera vez que menstruaron, los niños con quienes jugaron, algún pariente que les hizo sentir vergüenza.
El Intestino Grueso:
Tiene que ver con la materia sólida y esto nos muestra si somos capaces de lidiar bien con todos los temas materiales.
El Intestino Grueso tiene que ver totalmente con dejar ir y soltar todas las cosas que no nos sirven, y la incapacidad de dejar ir puede ser el resultado de un miedo a la pérdida. ¿Qué es lo que se pierde si se deja ir? Tienen que fijarse de vuelta en el momento de l a  concepción, qué es lo que formó la actitud de la personalidad de esa persona.