viernes, 7 de noviembre de 2014

Centro de desintoxicación

Centro de desintoxicación.- Los talleres de creación artística constituyen un eficaz complemento a las terapias específicas de tratamiento de las adicciones de Clínicas CITA. En Clínicas CITA estamos comprometidos en un tratamiento integral para resolver el problema de las adicciones. Tenemos la convicción de que sólo un cambio global en la vida de nuestros pacientes les permitirá afrontar con éxito el abandono de su dependencia.


Centro de desintoxicación CITA

Taller de expresión artística: creaciones que comunican


El tratamiento terapéutico que practicamos en el centro de desintoxicación CITA es multidisciplinar, aunque siempre orientado por la lógica del inconsciente. En este contexto, trabajamos con técnicas diferentes y realizamos variadas intervenciones que ayuden a nuestros pacientes a poder entender aquello que de sí mismos les es inconscientemente revelado.

Uno de los talleres es el de EXPRESIÓN ARTÍSTICA. Basado en el uso de técnicas artísticas, tales como la pintura, el dibujo, la música o el collage, permite al sujeto expresar sentimientos y emociones; pero no desde la palabra (pues ya tienen otros espacios destinados a hablar sobre “lo que les pasa”) sino desde la creación artística. Desde un enfoque no-interpretativo, el paciente, en función de su espontánea inspiración,  hace sus propias creaciones y encuentra sus particulares significados. El terapeuta ayuda con su estímulo, el uso de los materiales y siempre apoyándose en el conocimiento teórico de la práctica que le orienta, al desarrollo del potencial innato que los pacientes demuestran.

Porque para crear, desde el centro explicamos que no es necesaria experiencia previa ni largos aprendizajes técnicos, sino, tan sólo, tener algo que expresar, haciendo del acto de la creación un instrumento que facilita el proceso de comunicación con los demás y con nosotros mismos estableciendo un vínculo terapéutico básico para la transformación del conflicto. 

En todos los casos, pues, el énfasis está puesto en el proceso creativo, en la espontaneidad del dibujo realizado, en el trazo empleado o los colores dados a la obra, no tanto en la calidad del producto artístico. En medio de un clima emocional tranquilo, distendido y confiable, los pacientes utilizan el espacio físico y los materiales disponibles para expresarse libremente.

Centro de desintoxicación CITA

CITA es un centro de desintoxicación con más de treinta años de experiencia, una de las instituciones más reconocidas del ámbito de las dependencias y las toxicomanías. En CITA tratamos todo tipo de adicciones, como

  • Adicciones ligadas a sustancias
    • Adicción al alcohol
    • Adicción a la cocaína
    • Adicción a la heroína
    • Adicción a las benzodiacepinas
    • Adicción al cannabis

  • Adicciones sin sustancia
  • Adicción a las nuevas tecnologías 
  • Adicción al sexo
  • Ludopatía

  • lunes, 15 de septiembre de 2014

    Centro de desintoxicación de cocaína


    CITA son las siglas de Centro de Investigación y Tratamiento de Adicciones. Somos uno de los centros más prestigiosos en España y en Europa para el tratamiento de adicciones. Desde hace más de treinta años en CITA ayudamos a nuestros pacientes a conseguir superar sus problemas con el alcohol, la heroína o la cocaína, una de las sustancias más implantadas en España. Como centro de desintoxicación de cocaína CITA utiliza un método que combina la psicoterapia y la psicología con excelentes resultados.

    Os ofrecemos un testimonio publicado originalmente en la página de CITA http://www.clinicascita.com/es/noticias/item/centro-de-desintoxicacion-cita-taller-mi-primer-dia-en-un-centro-de-tratamiento-de-adicciones.html
     Han pasado los años, muchos más de los que deberían, y, con ellos, irremediablemente la vida. Se va yendo sin perdón ni compasión alguna.
    Y aquí estoy, casi sin hacer ruido. ¿Cómo? Quizás habiendo hecho demasiado, me encuentro ante la encrucijada de los 45 abriles, desnuda mi alma y con voluntad espartana, dispuesto a enfrentar una lucha cuerpo a cuerpo. A lo mejor, cruenta y encarnizada contra los elementos. Sí, sí, contra todo eso que me aparta del camino injustamente, que golpea a menudo sin piedad y me tumba en el cuadrilátero del vivir…
    Las drogas, las adicciones. Dios mío, qué términos más abruptos, vaya palabrejas. Pero cuánto daño, cuánto dolor y sufrimiento por entrarles al juego… Hasta ahora he conquistado altas cimas, soportado oscuras tormentas y lidiado bestias descomunales. Sin embargo, el enemigo de hoy se me presenta esta vez disfrazado de manso aterciopelado que me estira la mano en aparente franca amistad. Y yo, inocente presa, la acojo sin vacilar pensando que sus intenciones son nobles.
    Ay, qué equivocado estaba. Me he pasado años con el demonio en casa dándole lo mejor de mí y los míos. ¡Qué torpeza! ¡Qué horror! ¡Qué sinrazón! Al socaire de “Yo sí puedo”, “esto no me asusta”, •tranquilo, yo controlo”, “soy casi como Dios”, a punto he estado de caer al abismo. A sus puertas, enfangado en lodos malolientes que me parecían rosas plenas de amable fragancia, me coloqué una y mil noches…
    -Levántate y anda. No tientes más a la suerte. Abre los ojos. Te habla la Vida, esa que hasta ahora te ha tratado bien y te ha paseado por las alturas desde donde visionas la felicidad, la verdadera, la de siempre, la que no va y viene, la que no culebrea ni salta de vagón en vagón. Ánimo. Despierta. Vamos, hombre, engánchate a mí y ahora me iré más lenta que nunca para que me disfrutes y me complazcas y me presentes ante los tuyos como ellos se merecen. ¡Arriba, pues! ¡Sunsum corda!...
    -Déjame sólo unos días, déjame que suelte lastre, que el miedo a lo desconocido y la vergüenza y el respeto humano y el cambio repentino pesan más de lo que esperaba. Déjame un instante y nos vamos. Guíame tú, que ya eres vieja y tienes experiencia de muchos años. ¡Adelante!
    Ya suenan los motores, rugen con estruendo sobre la pista. Ruido, mucho ruido comparable al trajín y la vorágine que azota mi espíritu desazonado y expectante al inicio de mi viaje. El viaje de la vida está a punto de comenzar. Volamos en un vuelo real, sin fantasías ni cuentos ni metáforas. Creo que será un viaje importante. Quizá doloroso, sufriente y sufrido, aunque también algo me dice que al final, y a diferencia de los otros, resplandecerá el color verde esperanza. Un verdadero viaje.
    Es la hora de la CITA. Hemos venido. Cruzamos la pasarela. A mi alrededor se me abre un paisaje bucólico, armonioso y casi contemplativo. El ambiente busca la paz, el silencio. En medio del bosque, entre árboles de muchas especies, se esconde mi nuevo refugio. Me despido del taxista, hombre avezado en estos menesteres, portador de tantas ilusiones, triunfos y fracasos, que en este fugaz tránsito me ha servido al menos de bálsamo calmante que ha puesto algo desosiego a mis latidos.
    Descargo mi bagaje e incluso trato de hacerlo con orden. No le dedico mucho tiempo. A fin de cuentas todos estos enseres y afeites poco pesan en comparación con el bulto interior. Y para ese, el gordo, ya habrá días y días de descarga.
    Vienen los primeros encuentros profesionales. La doctora cede el testigo a mi socio terapeuta. “Mi socio” –como le llaman aquí-. Fortuna, italiana de nacimiento y acento, me acompaña a mi cuarto y, allí, me requisa todo lo que aún me ata al mundo de allá. Me rebelo en mi interior. Nacen los primeros por qué y los abandono vacíos de respuesta.
    Ha sido una montaña rusa, un sube y baja de emociones y sentimientos contradictorios que han agitado mi espíritu sin ninguna tregua. Me acuerdo de mi mujer, la paciente Dulcinea de un hidalgo alocado y soñador por quien tantas noches en vela ha esperado preñada de rabia y de dolor, sin que siquiera su santa paciencia amortiguara los golpes. Y entre espera y espera, su tonto quijote empecinado en matar gigantes cuando de frente sólo había molinos de viento.



    A la hora del desayuno ya todos nos conocemos: Mar, Lili, Jorge, Antonio, María, Eugenia, Estefanie y David (los dos de nacionalidad francesa), y un mastondonte ruso de nombre harto complicado que se deja acompañar por un joven, sereno y paciente secretario. Son todos mis hermanos en el convento. Cada uno con su historia y su propia mochila. Algunos han profesado sus votos hace meses. Otros tan sólo hace pocas semanas. Pero a todos ellos les une un objetivo: abrazarse a la vida y ramonear el tiempo de ahora como si el pasado fuese agua del ayer que nunca más volverá.
    Pronto me cita Fortuna la socioterapeuta para saber de mis cuitas y andanzas. Comprendo que necesita una fotografía siquiera difuminada de su pupilo. Aprovecho la ocasión para vomitar parte de mi pesada carga.
    El caserón principal del “convento” se distribuye en dos plantas. La planta baja sirve como sala de reuniones, salón con televisión, comedor y amplia cocina. Todo pasa por allí. Es nuestra ágora, el lugar de encuentro, de desahogos y largas charlas. Lugar de planes y propósitos, de avituallamiento y alto en el camino. Es nuestro lugar en el mundo, reservado sólo para nosotros. ¡Todo un privilegio! En la planta de arriba se ubican las dependencias de nuestros superiores. El “prior” con sus adjuntos nos miran desde la atalaya y desde allí velan para asegurar el presente y, sobre todo, cimentar con solidez nuestro futuro. Allí subiremos cada día para tener encuentros personales con algunos de ellos. Para poner en orden todo lo revuelto, para empaparse de sus sabios consejos, para sacar a la luz aquello que hace más o menos tiempo hemos enterrado. Aquí acudiremos con la paciencia de Job para que mañana volvamos a volar como las águilas reales, siempre más alto, siempre más lejos.

    La tarde va asomando por el bosque. Es hora de liberar y desfogar energía. Antonio me propone batirnos en duelo en la pista de pádel. Le pegamos fuerte a la bola. Como si con rabia quisiéramos soltar todo el mal que causamos y nos causaron. Ha merecido la pena. Antonio y yo nos quedamos exhaustos. Así que, tras el partido, unas ligeras vituallas y el descanso se hace más que obligado.
    Se me ha ido mi primer día en CITA. Y la cita, por primera vez en mucho tiempo, ha sido con la VIDA.



    martes, 5 de agosto de 2014

    Terapia online

    La Clínica CITA dispone de un sistema propio para realizar el servicio de terapia online. El servicio de terapia online de CITA nace por la posibilidad de utilizar las nuevas tecnologías en el trabajo terapéutico. Nuestro programa utiliza la tecnología de transmisión de imagen más avanzada y está dotado de herramientas diseñadas específicamente que permiten a los profesionales el registro y recuperación de la información relevante.

    Gracias al programa de terapia online los pacientes de CITA, una vez que han superado la fase de ingreso, pueden mantener el contacto con su terapéuta y continuar con el tratamiento desde sus hogares.

    La terapia online permite sostener el proceso terapéutico con el mismo profesional y el mismo equipo que ha seguido la evolución del paciente durante su ingreso, de este modo se garantiza la continuidad del seguimiento, lo que repercute en la efectividad del proceso terapéutico. El servicio online se adapta a las características y posibilidades de cada paciente, mejora la motivación y disminuye tanto los costos como la inversión de tiempo, puesto que el paciente puede realizar la terapia desde su propio hogar.

    El uso de WebRTC (Web Real-Time Communication) garantiza la mejor calidad de la comunicación. WebRTC es una interface de programación desarrollada desde el W3C, el consorcio internacional que lidera los procesos de evolución más relevantes de la web. WebRTC cuenta con el apoyo de los grandes grupos y navegadores de Internet, como Chrome, Mozilla y Ópera

    Conoce ahora nuestro servicio de Terapia Psicológica Online

    jueves, 24 de julio de 2014

    Dejar de beber.

    La Comisión Europea ha confirmado la autorización del fármaco Nalmefeno, que se utilizará para reducir el consumo de alcohol en pacientes que tienen un consumo de alto riesgo. 

     En los ensayos clínicos realizados con 2.000 pacientes, redujo el consumo de alcohol en un 60% de los enfermos después de seis meses de tratamiento y en un 40% al finalizar el primer mes. Este medicamento, que se podría empezar a comercializar en 2014 en España, es el primer fármaco indicado para reducir el consumo de alcohol que se aprueba en Europa. 

    Aunque con la necesaria cautela, noticias como éstas son bienvenidas cuando nos enfrentamos a un problema tan grave como el alcoholismo

    ¿Cuándo hay que hablar de alcoholismo


    Podemos hablar de alcoholismo cuando existen signos de adicción física al alcohol y la persona sigue bebiendo a pesar de los problemas físicos, psíquicos, sociales, familiares o laborales que esta conducta comporta. Hay que distinguir entre dependencia y el abuso del alcohol, que se produce cuando el hecho de beber conlleva problemas, pero no comporta la adicción física. 

    La cantidad de alcohol que uno bebe puede influir en la probabilidad de convertirse dependiente.

    Dejar la marihuana

    La historia de la marihuana está llena de lagunas. La sustancia es una de las más polémicas porque, a diferencia de otras, como la cocaína o la heroína, hay un debate sobre su legalización que cuenta con un gran número de defensores.

    Los detractores de la legalización, por su parte, también son numerosos y, hasta el día de hoy, son los que han impuesto su punto de vista en casi toda la legislación internacional. La legalización de la marihuana es algo excepcional, puesto que apenas unos pocos estados han aceptado la posibilidad de comercializar legalmente la marihuana y aún menos son los que han consentido que este producto se utilice con fines recreativos.

    Los defensores de la marihuana, por su parte, alegan los beneficios de la misma y las propiedades benignas de la misma. Ahora bien, conviene recordar que, pese a estos beneficios, la marihuana es una sustancia que puede provocar daños a la salud y que resulta adictiva.

    Imagen de CITA Clínica (exterior)

    A menudo, en la defensa de la legalización (un debate que, por cierto, no tiene mucho recorrido en España) se alegan que la marihuana no es una sustancia adictiva. Sin embargo el consumo de marihuana cada vez obliga a más consumidores a iniciar programas de rehabilitación. Muy recientemente se han publicado los datos acerca del consumo de sustancias psicoactivas y la marihuana ocupa el cuarto puesto (tras el alcohol, la cocaína y la heroína) entre las sustancias que han provocado el inicio de un tratamiento de desintoxicación con un nada despreciable 14%.

    Dejar la marihuana

    Clínicas CITA. Centro de desintoxicación


    CITA es un centro de desintoxicación. Tenemos una experiencia de más de treinta años, tanto en el consumo de sustancias como en el caso de adicciones no ligadas a sustancias (también llamadas adicciones comportamentales). Nuestro programa para el tratamiento de la adicción a la marihuana está basado en un tratamiento individualizado con un programa de trabajo específico para cada paciente.

    jueves, 17 de julio de 2014

    Centro de desintoxicacion; Madrid

    CITA es un centro de desintoxicación situado en Barcelona, en la provincia de Dosrius. Desde hace más de treinta años, CITA está al servicio de los pacientes de toda Europa para el tratamiento de adicciones. Una gran parte de nuestros pacientes provienen de distintos puntos de la geografía española, de ahí que CITA haya desarrollado una red de contactos que permitan continuar con el tratamiento ambulatorio una vez que estos vuelven a sus hogares.

    El tratamiento de una adicción es un proceso largo. A menudo tiende a confudirse el tratamiento de la adicción con la mera desintoxicación, es decir, con el proceso mediante el cual se supera la adicción física del individuo a la sustancia. Pero el proceso de tratamiento es mucho más largo. El paciente debe aprender a construir una vida (algunas veces, francamente deteriorada) sin recurrir a todo aquellos que la sustancia le aportaba.

    En muchos casos, después del ingreso, los pacientes necesitan continuar su tratamiento de forma ambulatoria, recurriendo periódicamente a psicólogos o psiquiatras que le asesoran en el proceso de rehabilitación. En el caso de CITA disponemos de un centro psicológico ambulatorio en Barcelona para atender a los pacientes de la ciudad condal. En los casos en los que los pacientes proceden de otras regiones, CITA puede facilitar una serie de contactos de confianza, con los que mantenemos una relación que garantiza un óptimo traspaso de información en la nueva fase del tratamiento.

    En Madrid CITA cuenta con la colaboración de los centros AUPA y EDAM para el tratamiento de adicciones

    Nunca se sabe

    Cuento terapéutico

    Porque nunca se sabe


    Había una vez un campesino que trabajaba la tierra duramente con su hijo. Un día el hijo le dijo:
    - ¡Padre, qué desgracia! ¡Se nos ha ido el caballo!
    - ¿Por qué le llamas desgracia? - respondió el padre- Nunca se sabe. Veremos lo que trae el tiempo.

    A los pocos días, el caballo regresó acompañado de otro caballo.

    - ¡Padre, qué suerte! - exclamó esta vez el muchacho.

    - ¿Por qué lo llamas suerte? - repuso el padre -Veamos qué nos trae el tiempo...

    Al cabo de unos días, el muchacho quiso montar el caballo nuevo, y éste, que no acostumbrado a un jinete, le arrojó al suelo y el muchacho se fracturó una pierna.

    - ¡Padre, qué desgracia! - exclamó ahora el muchacho. Pero su padre, en lugar de lamentarlo, sentenció:

    - ¿Por qué lo llamas desgracia? – Nunca se sabe. Veamos lo que trae el tiempo.

    Pasaron los días y llegaron a la aldea los enviados del rey buscando jóvenes para la guerra. Llegaron a la casa del campesino pero, como vieron al joven con su pierna entablillada, siguieron de largo.

    Clínicas CITA

    CITA es un centro de rehabilitación de drogas con más de treinta años de experiencia en el tratamiento de adicciones.